Por Christine Fuentes
Desde el siglo pasado los estudiantes de la UPR del Recinto de Río Piedras se han dado a conocer por su coraje e intolerancia por la injusticia. A través de la historia el estudiantado ha utilizado el mecanismo de la protesta para dejar sentir su descontento con las decisiones tomadas por el Gobierno de turno o la Administración Universitaria.
La lucha en reclamo a un régimen más justo y equitativo se remonta al año 1919 donde estudiantes en repudio a medidas disciplinarias y contra la intervención de Estados Unidos en Puerto Rico, salieron a la calle a protestar. Dos años mas tarde en el 1921, los estudiantes nuevamente salen a protestar, esta vez por la situación colonial del país. De igual forma en el 1933 y 1938, los estudiantes realizan una protesta por el estilo administrativo autoritario. En el 1948 protestan en oposición por nombramiento del gobernador Tugwell a la rectoría de la UPR, cuando el rector Benítez les denegó el permiso de uso del teatro para una charla con el doctor Pedro Albizu Campos, recién llegado a Puerto Rico luego de estar encarcelado en Estados Unidos. En el 1960 protestan exigiendo que el ROTC sea voluntario. En el 1981 por alza del costo de las matrículas que se volvió a repetir en el 2004, y así sucesivamente. Por los próximos 85 años el Recinto de Río Piedras fue el centro de huelgas y protestas en repudio a políticas públicas y administrativas del país.
Han sido estas manifestaciones las que le han otorgado una “reputación” a los estudiantes de la UPI. Para muchos no somos mas que rebeldes, revolucionarios y hasta terroristas. Pero me pregunto: ¿Acaso no son los universitarios los que salen a las calles en defensa del Pueblo cuando hay una crisis en el país? ¿No somos nosotros los que luchamos por que las voces de aquellos que son ignoradas sean escuchadas?
Si luchar por una reforma social nos hace revolucionarios. Si ejercer nuestro derecho a la libre expresión nos hace terrorista. Si protestar contra las opresiones del gobierno en busca de un mejor régimen social nos hace unos rebeldes. Entonces todos los puertorriqueños somos terroristas, rebeldes y revolucionarios por hacer valer nuestros derechos y atrevernos a salir a la calle a protestar.
Es por eso que mañana jueves 15 de octubre , en honor a nuestra historia salgo a la calle para como aquellos que estuvieron antes que yo, hacer escuchar mi voz; la voz del Pueblo.
Por último, no debemos olvidar el nexo histórico que tenemos con nuestros antecesores. Los estudiantes de la UPR nunca se dan por vencidos. Luchan hasta ser escuchados y posibilitan el diálogo y el cambio social y político. No expresarse es socavar nuestro derecho y dar a entender que estamos de acuerdo con la política pública del país. Después de todo tenemos una reputación que proteger.
*Foto por Regina Rodríguez Manzanet
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