Toque de queda en San Juan, libertad de prensa y bajas expectativas

Por Aníbal Núñez

El pasado fin de semana en Viejo San Juan se llevaron a cabo las tradicionales fiestas de la calle San Sebastián. Lamentablemente se implementó un toque de queda para concluir las fiestas a unas horas específicas. Para aquellos y aquellas que no entiendan a lo que me refiero con un toque de queda, un toque de queda es la ley que prohíbe que ciudadanos y ciudadanas, ya sea de manera generalizada o algún grupo demográfico específico (ej. menores), anden libremente en la vía pública. Pocas leyes son más invasivas que el toque de queda y sólo es legítimo en situaciones extremas.

La ordenanza de San Juan no se trata de cerrar los negocios o no servir más bebidas alcohólicas, se trata de no poder estar en la calle o en la acera pública. La ordenanza prohíbe andar por las calles de nuestra capital y ciudad histórica como si fuera una propiedad privada o urbanización de acceso controlado. En fin, la ordenanza lo que dice es calabaza, calabaza, todo el mundo pa' sus casas...pero obligado y si no lo haces te arrestan. ¡Qué fiestas!

Como saben, no estuve ni estoy de acuerdo con la ordenanza. No me importa que haya sido el alcalde de San Juan, pues pudo haber sido el de Caguas, Guaynabo, Bayamón o Carolina y mi resistencia hubiese sido la misma. Muchas personas ya han visto la noticia en endi, ya sea que la vieron al buscar ponerse al día o porque alguna persona demasiado preocupada por mi persona fue a hacerle el cuento (sepan que sé de los cuentos y los cuentistas). Para explicar el video que sale con la noticia, fue durante el principio de la confrontación. Buscábamos quedarnos y dialogábamos con la policía para así hacerlo. Como pudieron leer, fue infructuoso el intento, pues la orden siempre fue de dar pa' lante con las macanas y la fuerza de choque (weapon of choice). ¡No querían gente en la calle y punto! Ninguno buscaba ser arrestado para retar la ley, sólo se buscaba ver la implementación de la ordenanza y si era o no verdad que de lo que se trataba era de un toque de queda. En el video ven que cooperamos con la policía y nos movimos del lugar, de buena fe, en miras de poder volver una vez limpiaran la calle. Como sabíamos y ahora saben ustedes, no ocurrió así y la fiesta se acabó.

La joven que arrestaron no la conocemos. No es de Derecho y no estaba con nosotros. Los jóvenes intoxicados no eran de Derecho y tampoco andaban con nosotros. Ninguno de nosotros presenció alguna de las lamentables situaciones.

En fin, busco aclarar cualquier duda o cualquier pregunta que puedan tener sobre la situación. Muchas personas se esmeran hablando mentiras con el único propósito de hacer daño. Algunas no dicen mentiras, pero trabajan la sugestividad de una manera impecable. Otras, por buena fe o por entender que es algo trivial, lo publican sin pensar que la noticia puede estar tergiversada o ser demasiado sugestiva.

Si me preguntan, lo haría de nuevo. No hay por qué esconderse y sentir miedo de oponerse a aquellas cosas que uno cree injustas. Lo dicen todos y todas las teóricas, es necesario para una democracia que se permita y se proteja la disidencia y la desobediencia. Quien no lo crea, vive en otro mundo, uno totalitario y represivo. No hay mejor día que hoy, el natalicio de Martin Luther King, para expresar con firmeza el compromiso que como ciudadano uno debe tener hacía el país. No se trata de partidos, se trata de justicia. No se trata de hablar a espaldas o criticar en voz baja y cobarde, se trata de con carácter decir lo que se cree y hacer lo posible por que se logre una sociedad más justa.

Seguimos.